domingo, 10 de marzo de 2013

los pobres no tienen derecho a la belleza

zapatos con la abogada feminista lidia falcón en magazine. acaba de publicar en el viejo topo ejecución sumaria, una novela de 450 páginas ambientada en la barcelona de finales de 1973 y principios de 1974, los días en que fue sentenciado y ajusticiado salvador puig antich. "vuelvo a recrear un ambiente, una sociedad, la actividad de unos personajes que formaron la barcelona de la época y a los que he conocido muy bien", escribe en el prólogo. falcón militó activamente en el antifranquismo y, como abogada, defendió en aquellos años a trabajadores de varias empresas de barcelona como SEAT o la Maquinista Terrestre y Marítima. 




el libro se lee mejor como testimonio o como larguísimo reportaje que como novela. transmite con viveza lo que fue la clandestinidad y apunta una descreída visión de la transición en ciernes. por momentos uno se pierde entre tantas siglas; el pce, el psuc, la liga comunista, la liga comunista revolucionaria... pero en conjunto la fotografía es reveladora. parcial, por supuesto, pero también, lo que es muy de agredecer, nada complaciente.

la autora es de la opinión de que la guerra no terminó en 1939 ni tampoco en 1975. cuando se le dice que muchos pensamos que sí, contesta: "bueno, nicolás sartorius escribió un libro sobre la transición y daba la cifra de que en un año, en 1977 me parece que era, hubo 14.000 huelgas en españa. ayer la delegada del gobierno salió indignada a decir que no se podía aguantar esto porque en lo que va de año ha habido 600 manifestaciones en madrid; en términos de filosofía, de política, no de sociología cotidiana, la guerra entre el capital y el trabajo no ha terminado. nos vencieron pero no nos derrotaron".

también cree que las mujeres en españa han alcanzado bastante libertad, poca igualdad y ninguna fraternidad: "no hay más que ver las listas de asesinadas cada año. y de maltratadas. y de violadas. ¿realmente los hombres quieren a las mujeres? ¿realmente las consideran sus compañeras, sus amigas, sus amantes? ¿realmente existe la fraternidad que se pedía en la revolución?".

tuvo la amabilidad de acudir a la redacción del periódico para que roberto cárdenas la fotografiara. elegantemente vestida, peinada y maquillada y con unos zapatos muy modernos para una mujer nacida en 1935, una especie de deportivas con cuña. aún quiso retocarse el maquillaje antes de la foto y pidió un espejo, demostrando que tiene muy bien resuelta esa supuesta contradicción entre feminismo y coquetería a la que alude nancy huston en su último libro: "no, no soy coquetea; lo que soy es presumida, je, je, je".

realizamos la entrevista en una pequeña sala de reuniones de la segunda planta de la redacción cuyo ventanal da a unos bloques de viviendas típicos del desarrollismo. estábamos concluyendo cuando empezó a sonar una alarma de simulacro de fuego. falcón arrastra dolencias en una rodilla consecuencia de un accidente de moto y, ante la perspectiva de tener que bajar dos pisos por la escalera de incendios, decidimos quedarnos en la sala y terminar la entrevista y los churros que habíamos subido, y que ya se habían quedado fríos.

"me gusta contemplar la belleza en el arte y en el paisaje", ironizó ante la vista de los bloques cercanos. "y eso que aquí parece que no llegaron esas ventanas de aluminio que son horribles y que no cierran y que entra todo el frío que les pusieron a los trabajadores, claro, porque los trabajadores y los pobres no tienen derecho a la belleza. si no tienen derecho a comer, que ya se lo están negando, ni a la salud ni a la educación, cómo lo van a tener a la belleza, que es un lujo...".

debajo, la vista desde la sala en cuestión. sentados, como estábamos, no se veía el huerto que ha plantado algún vecino.   
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario