martes, 5 de marzo de 2013

esa voz que parecía hecha para que nadie volviera a hablar


anteayer murió josé sancho. me encontré con él una tarde de julio de 2010 en santorini. no en la isla griega "para nuestra desgracia", como dijo él cuando concertamos la cita, sino en una cafetería con terraza al lado de la plaza de españa de madrid, cerca de su casa. compartimos algo más de hora y media, lo que le duraron dos gin tonics. por el portal de al lado no dejaban de entrar y salir chicas monas. "aquí debe de haber una agencia de modelos o algo así", me dijo interrumpiendo una respuesta. "mira, van todas con el book, ¿ves? aparte de la pinta, van todas con el book. dime...".

fue una entrevista sencilla. un hombre "satisfecho de sus andanzas", en sus propias palabras, hablando del oficio, de política, de valencia, de mujeres o de homosexualidad. se despachó a gusto con zapatero, con ciertos colegas que, aseguraba, "piden el 'no a la guerra', pero callan ante la injusticia de actores de reparto explotados y malpagados por las productoras" y, cómo no, con uno de sus clásicos: la prensa rosa y la telebasura.

también contó alguna anécdota reveladora de su forma de ver las cosas como aquella ocasión en que un productor le citó a las seis de la tarde y le tuvo media hora esperando en el antedespacho. a las seis y media, lejos de cabrearse, pensó que por cada cinco minutos más que le tuviera esperando le pediría 100.000 pesetas más por la película. el productor le hizo pasar a las siete menos diez y cuando ya hubieron firmado el contrato le dijo: "si no me hubieses tenido más de tres cuartos de hora esperando, te habría salido 400.000 pesetas más barato".

el llegó una media hora tarde a nuestra cita en santorini, por cierto, y encima fui yo quien pagó los gin tonics, pero, bueno, esa es otra historia...

habíamos quedado para hablar de el quinto mandamiento, la miniserie para canal 9 y tve en la que encarnaba al cardenal tarancón. josé sancho no tenía representante, así que en la productora nos dieron su teléfono para llamarle directamente. no tendría por qué haber problema: un despliegue ambicioso en el suplemento de un periódico nacional para promocionar un proyecto en el que él había puesto un enorme empeño personal. pero la fama de su mala leche le precedía, acaso injustamente. marcar ese número imponía, y escuchar un "dígame" con esa voz que parecía hecha para que nadie volviera a hablar no ayudaba. si en persona impresionaba, por teléfono acojonaba.



queríamos que posara para la portada y las páginas interiores de magazine caracterizado como tarancón, pero en ese momento estaba rodando crematorio y llevaba barba. terminaba un viernes y se iba de vacaciones, pero no tuvo inconveniente en retrasar la partida un par de días para afeitarse y hacer la sesión de fotos con rosa muñoz. de hecho, la entrevista se hizo unos días antes, traía la barba puesta. 

en esa única llamada de telefóno se acordaron las dos citas. no hizo falta más. josé sancho acudió puntualmente a los dos encuentros.  bueno, a la entrevista media hora tarde, vale... lo que quiero decir es que no hubo que llamar tropecientas veces al asistente del representante de la secretaria del agente del manager del asistente del representante. no.

este invierno iba a protagonizar en teatro el amante inglés, de marguerite duras, con dirección de natalia menéndez. no pudo ser. ocho días antes del estreno hubieron de ofrecer su papel a josé pedro carrión (ante quien no cabe sino quitarse el sombrero). ha quedado así como uno de sus últimos trabajos un monólogo de unos dos minutos y medio para una campaña publicitaria de la ong acción contra el hambre lanzado en octubre pasado.


alguna vez había dicho que el teatro eran los cimientos de la profesión; el cine, la arquitectura, y la televisión, la decoración. ignoro qué pensaría que es la publicidad en todo esto. tal vez el polvo en los zapatos que uno trae de la calle. pero, joder, qué polvo en los zapatos llevaba este hombre.


tuve ocasión de escuchar una vez más esa voz incontestable por teléfono. fue unos días después de que se publicara la entrevista. llamó él. "lo que has puesto se parece bastante a lo que dije", soltó. y dio las gracias. no todos lo hacen. incluidos muchos de los que tienen fama de enrollados.

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