lunes, 25 de noviembre de 2013

luis de las alas: la vida vista de frente



según sus editores, la colección photobolsillo está formada por “cuidadas monografías de los fotógrafos españoles más importantes con un formato didáctico y asequible”. libros de fotografía estupendos, pequeños y baratos, vaya. 12,50 euros. el pasado miércoles 20 de noviembre se presentaba en la fábrica, en madrid, un nuevo título.


el autor es un tipo inteligente, honesto, sensato y con un envidiable sentido de la realidad. se llama luis de las alas, nació en santander y tiene 48 años, una voz que reconocerías en siberia, dos harleys y, no sé si aún las conservará, unas zapatillas de pelo de vaca chulísimas. aunque tengo la sensación de que no he llegado a conocerle del todo, de él puedo decir que es un motero y un surfero a deshora, un descreído y un flipao, un tipo que escucha, y mucho, pero también que mira. sobre todo que mira. a la cara. a veces tan directamente con esos ojos azules bien abiertos que llega a incomodar. virtud de fotógrafo, imagino. casi siempre currar con él empieza y/o termina por tomar un café o una cerveza, y eso mola.


cuando le preguntan cuál es su mejor foto le gusta decir: “la siguiente”. no es verdad. por nuestro trabajo en el magazine de el mundo me ha tocado hacer con él algunas “siguientes” fotos que no están, ni de lejos, entre sus mejores. pero tampoco es mentira. la mejor foto es la siguiente porque no importa tanto la foto como lo que hay en ella. como quien está en ella. en este libro hay moteros, artistas, un torero que abraza a una gallina, algún intelectual, alguna tía buena, fulanos con piercings en el pene, boxeadores de barrio, niños sudaneses, hombres que parecen pájaros y pájaros que parecen hombres... todos están retratados con la misma franqueza. todos fueron algún día esa “siguiente mejor foto”. todos juntos cuentan una historia y forman parte de algo. de la vida, supongo. la puta, noble, punzante y corta vida vista de frente.









p. ¿cómo empezaste a hacer fotos?
r.
en mi casa siempre ha habido máquinas de fotos y álbumes de fotos. mi padre o mi abuelo no tenían nada que ver con el mundo de la fotografía, pero el álbum de familia era una cosa importante. y en una ocasión mis padres hicieron un viaje a italia y me trajeron una cámara muy parecida a la lomo que ahora usan todos los modernos, pero que en aquel momento no era de modernos, simplemente era mala, una cámara de plástico, barata.


p. ¿la conservas?
r.
la conservo, pero porque un día apareció por un cajón de mi casa, no por otra cosa. luego me tocó una igual, bueno, un poquito mejor, en un bote de colacao, que también es gracioso. un poco más adelante, con unos 14 años, mientras otros iban a judo, yo me apunté a un curso de fotografía y ya le empecé a coger más cariño.


p. todo eso en santander…
r.
en santander y nunca pensando en ser profesional. hacía mil cosas: cerámica, fotografía… mil cosas. pero siempre llevaba la cámara de fotos. hacía skate y surf. y no hacía fotos de surf, porque no tenía teleobjetivo, tenía una cámara normal, pero fotografiaba a mis amigos con las tablas, con los patines… era el que hacía las fotos en la pandilla. y un buen día me vine a madrid a estudiar cerámica…


p. ¿a estudiar cerámica?
r.
A ver, vine ya queriendo ser fotógrafo. pero el curso de fotografía en el cei, lo que hoy es el cev, no incluía dibujo, historia del arte… así que mis padres, viendo las carencias que tenía la escuela, me diseñaron una especie de pequeña carrera universitaria: me hacían ir a clases de historia del arte, iba a la escuela de oficios porque me gustaba la cerámica, aprendí dibujo, la composición, el color… que tuviera cosas que hacer todos los días.


p. ¿te sirvió de algo todo aquello: la cerámica, la historia del arte...?
r. hombre, la historia del arte, la cultura, es fundamental si te vas a dedicar a una disciplina plástica. yo doy clases de retrato editorial [en efti (escuela de fotografía centro de imagen)] y lo primero que hago es hablar a los alumnos de velázquez y de goya. empiezo diciendo que ellos hacían retratos por encargo, como yo. es solo un pequeño guiño, no les doy el coñazo con eso. pero si diese un curso de un año, la primera clase sería ir al museo del prado.


p. ¿vas? ¿sigues yendo?
r.
de vez en cuando. cada vez menos, pero voy, voy... esto no me lo inventé yo. una vez, cuando aún vivía en santander, fui a uno de los cursos de verano de la universidad menéndez pelayo en el que estaba un fotógrafo que me encantaba y le pregunté dónde podía estudiar retrato, porque era lo que me gustaba, y me contestó: “el mejor sitio es el museo del prado”.


p. ¿quién era?
r.
césar lucas. claro, yo entonces tenía 16 o 17 años y me sonó a marcianada, pero hoy le doy toda la razón del mundo. me dijo dos cosas fundamentales: “la mejor escuela de retrato es el museo del prado” y “gasta tanto en rollos como en escuelas de fotografía”. o sea, que hiciera fotos. yo creo en la enseñanza mucho, pero también creo que, si no haces fotos y no miras, no aprendes. es fundamental mirar y practicar.


p. me decías que en tu casa había afición a la fotografía, pero no fotógrafos…
r.
bueno, no es del todo así. una vez ya había decidido ser fotógrafo descubrí que mi bisabuelo no había sido fotógrafo profesional, pero sí había sido un apasionado de la fotografía y que tenía fotos increíbles. yo soy de una familia un poco rara, tengo una cuarta parte alemana, mi bisabuelo fue cónsul alemán en turquía en la época de lawrence de arabia. y tenía fotografiados, en plan fotógrafo de autor, retratos de todos aquellos turcos y todas aquellas historias increíbles. yo he recuperado muy pocas fotos, porque la mayoría están en alemania.


p. pero, ¿tienes parte de ese material?
r.
sí, pero me enteré cuando ya era fotógrafo. mi abuela dijo: “¡oh, dios mío, otro pesado como mi padre...!”. 


p. ¿te profesionalizas ya aquí en madrid o en santander?
r.
profesional, profesional, nunca sabes cuándo ocurre. a mí me encantaba la prensa, estaba como loco con la prensa, lo sigo estando. y un día publiqué una foto en un periódico de santander. pero yo ya estudiaba fotografía en madrid. era una foto de un suceso, no me acuerdo si era una persona que se había ahogado o algo así. 


p. de repente, un día te viste publicando...
r.
de repente un día me vi publicando, sí. por pura casualidad de la vida. un compañero de la escuela era el laborante que revelaba las fotos en liberación, un periódico de izquierdas copiado del libération francés, surgido a raíz del referéndum de la otan. yo era muy jovencito, tendría 18 años o por ahí. por las mañanas trabajaba en una oficina para sacarme un poco de dinero de bolsillo y por las tardes me iba a liberación, siempre con mi equipo, a ayudar a mi amigo. sin cobrar.


p. ¿dónde estaba la redacción?
r.
en cuatro caminos. era un periódico con muy pocos medios y siempre llegaba alguien al laboratorio preguntando quién podía hacer una foto. yo levantaba la mano y no me hacían ni caso, hasta que un día me hicieron caso. cuando no había nadie, el último de la fila era yo y me mandaban a hacer una foto. luego, como a mí me gustaba siempre mucho la música y estaba siempre liado por rock-ola y todos esos sitios, empecé a hacerles fotos de música. trabajé por primera vez en un dominical, hice una portada de la posmovida madrileña que me hizo muchísima ilusión.


p. ¿y qué pasó después?
r.
pues, cómo no, que el periódico quebró. todo aquel esfuerzo se fue al traste y vuelta a empezar. gracias a ese periódico me llamaron porque necesitaban un aprendiz en una revista económica que se llamaba mercado. de ahí pasé a cinco días y después empecé a colaborar con el dominical de el país.


p. ¿siempre ha sido el retrato lo que más te ha interesado?
r.
a ver, empecé por el fotoperiodismo y me fui decantando por el retrato. pero no solo me gusta como modalidad de la fotografía, sino por el contacto con la gente. en el fotoperiodismo, en el reportaje, en teoría, a mí me contaban que el fotógrafo tenía que ser un poco invisible, fotografiar sin que le vieran, sin influir… a mí me encanta conocer a la gente, que me influya e influir yo en ellos. mirarles de frente, a la cara, y decirles: “te voy a hacer una foto”. me gusta esa complicidad del fotografiado con el fotógrafo. no es que no crea en el fotógrafo ausente, es que soy combativamente contrario. en la vida hay que estar de frente, quejarte de las cosas que no te gustan y aplaudir las que te gustan. estar ausente en la vida es absurdo, con lo cual me parece absurdo ser un fotógrafo ausente. hay que tomar partido.




boxeadores, madrid, 2012. copyright: luis de las alas
 



p. ¿te interesa más la gente que hacer fotos a la gente?
r.
me interesa más la gente, por supuesto. sí, a mí me interesa la gente. las fotos son un medio para conocerlos, un camino. yo prefiero tener una buena conversación con una persona que una buena foto de esa misma persona. tú me conoces y lo sabes.

p. ¿siempre fotografías de frente, retratos frontales?
r.
no, no siempre. no hay reglas tremendas. sí me gusta mirar a la vida de frente, a los ojos, pero lo que más me interesa es esa complicidad del fotografiado y el fotógrafo, los metros que hay entre ellos, esa presión. que a veces miren al suelo o a veces a los ojos me da un poco igual. lo que me interesa es esa pequeña confrontación.

p. ¿te gusta que haya tensión o te incomoda?
r.
sí, me gusta que haya tensión. yo soy un tío muy afable, pero haciendo fotos soy un poco menos afable. no soy el típico fotógrafo simpático haciendo fotos. me gusta que el acto sea sincero, que no sea una cosa muy impostada o muy adornada. que si estamos mal se nos vea mal y si estamos bien se nos vea bien. no me gusta mucho el adorno.

p. ¿y eso se entiende?
r.
¿si eso se entiende? no lo sé, yo sí. y yo las fotos las hago para comer, pero también las hago para mí.

p. ¿qué tal has comido hasta ahora?
r.
he comido bien, no tengo queja. la fotografía me ha llevado a comer lo peor y lo mejor de una punta a la otra del mundo, y estoy muy satisfecho. no soy una persona que le dé demasiado valor al dinero, hago muchas cosas no por dinero. y no me puedo quejar de mi profesión. yo cuando tenía 15 años quería hacer lo que hago ahora, y eso es impagable.

p. ¿quién es quien más te ha enseñado?
r.
yo creo que las cosas se aprenden muy poco a poco y no tienes ningún gran maestro. ¿quién me ha enseñado más? la vida es lo que más me ha enseñado a fotografiar. esto es una carrera de muy, muy larga distancia.

p. ¿no has trabajado con nadie de quien puedas decir: “de este”?
r.
hombre, a ver, he currado con gente increíble. aprendí mucho, por ejemplo, de chema conesa, que, además es mi amigo. he estudiado un curso con sebastiao salgado, con algunos de los mejores fotógrafos de moda o de guerra del mundo y de todos he aprendido mucho, entre otras cosas que no quiero ir a una guerra…  he aprendido mucho de muchos.

p. ¿cómo habéis hecho la selección de fotos para el libro?
r.
ha sido complicado. yo estoy muy feliz con el resultado, pero durante la elaboración lo he pasado medio mal. por un lado me ha ayudado alberto garcía-alix y, por otro, chema conesa. he tenido mis conflictos conmigo mismo. no están ni los personajes más famosos ni mis mejores fotos, lo que he intentado es que todo estuviera ensamblado de alguna forma. y entonces vas sacrificando unas cosas por otras. por eso la primera foto es una carretera, porque esto es un camino, que no es necesariamente el único ni posiblemente el mejor, pero es un camino. y por eso también la última foto es un coche en movimiento en la habana, como buscando la siguiente foto. he intentado hacer una cosa muy personal y que no se vea foto a foto sino como un todo.



ibiza, 2007. copyright: luis de las alas





p. ¿cuenta una historia este libro?
r.
bueno, eso he intentado. una historia personal que no sé si todo el mundo entiende, pero una historia. una parte de mí.

p. una historia que empieza con los rockers.
r.
empiezo con los rockers, sí. yo llegué a madrid y venía de un pueblo de santander, de hacer surf y lo de hacerme medio rocker fue por seguir con la cultura californiana. se me acabó la playa, ya no podía coger olas como mis amigos, pero estaban las motos y el rock'n'roll. y rápidamente me metí mucho en la posmovida madrileña, porque tenía un primo aquí, algo mayor que yo, que era novio de alaska. yo llegaba a una ciudad en la que no conocía a nadie, con lo cual salía con mi primo mayor y dio la casualidad de que ese primo era novio de alaska. así que rápidamente entré en todo ese gueto de la noche del que todo el mundo habla, pero que, al final, eran muy pocos. yo no me considero parte de ellos, pero sí cercano.

p. ¿había muchos fotógrafos en ese mundo?
r.
en ese mundo estaban alberto garcía-alix, miguel trillo, pablo pérez-mínguez..., esos son los que estaban. era un mundo en el que la fotografía se cuidaba mucho, la imagen era muy importante. a la gente le encantaba salir en las fotos, mostrarse. para los fotógrafos era un camino muy, muy agradable: gente muy estrambótica dispuesta a enseñarte todo para que les fotografíes.




rockers, madrid, 1985. copyright: luis de las alas



p. ¿ser fotógrafo molaba?
r. hombre, molaba más ser cantante.

p. ¿sí?
r.
claro, molaba más ser cantante. ahora se habla mucho de alberto garcía-alix, que si parecía un cantante, una estrella... no, lo que molaba era ser cantante o tener un grupo.

p. ¿a alix lo conociste entonces?
r.
en esas fotos de los rockers yo ya le hice fotos a alix. lo conozco desde hace mucho, me había gustado mucho como fotógrafo. y a miguel trillo lo conocí en rock-ola, haciendo fotos en un concierto [de los meteors, según dijo trillo en la presentación del libro]. yo todavía no hacía retratos y le vi en el metro a la salida del concierto haciendo esos retratos de parejas que él hace. y pensé. "yo quiero hacer eso. yo quiero hacer retratos, no al tío con la guitarra". por eso le he pedido que me presente el libro.


p. ¿te fue fácil hacerte un hueco?
r.
no, no. es muy difícil. hacer fotos es fácil: basta con una cámara y carretes entonces o una tarjeta digital ahora. pero el tema profesional estaba como ahora: había una crisis muy grande, había pocos medios, pagaban muy mal... de mi clase hemos acabado muy pocos siendo fotógrafos. pero bueno, poco a poco...

p. ¿cuál es el mejor momento que has conocido?
r.
hombre, pues hace 10 años o incluso algo antes, cuando empecé a trabajar en el país, que en aquel momento a lo mejor vendía 1,5 millones de ejemplares, y ser un fotógrafo de el país era ser un fotógrafo importante. también yo era muy joven, tenía mucha más ilusión y estaba menos descreído. yo ahora soy un fotógrafo mucho más descreído respecto a los medios y a la profesión. no respecto a la fotografía, pero sí respecto a los medios.

p. ¿y eso se nota en tu mirada?
r.
sí, es menos fresca, sí. no es peor, eh, es menos fresca. a lo mejor tiene más sabiduría, más mala leche, pero sí, es menos fresca. pero, bueno, ¡menos mal que se nota en la mirada! está muy bien que se note en la mirada.

p. ¿te siguen gustando tus primeras fotos?
r.
sí, me encantan. me encantan. todas las fotos que he puesto en el libro las firmo, no he puesto ninguna con la que esté en desacuerdo. a lo mejor hay otras fotos que, si hubiera llevado la edición del libro por otro camino, habrían tenido cabida y no lo habrían tenido estas. pero todas las fotos que he puesto me gustan. es más, espero poder mantenerlo dentro de 10 años. he buscado fotos que me podrían seguir gustando dentro de 10 años. por eso el contacto del final, con esas imágenes más de moda. estoy muy contento con esas fotos, son mías, son las fotos que estoy haciendo ahora, pero no sé si podrán aguantar tan bien el tiempo. por eso incluirlas al final, en pequeño. es una especie de guiño, como si estuvieran ya fuera del libro.

p. ¿por qué crees que no aguantarán?
r.
a ver no es que sean moda, pero están ahí. y la moda, por definición, no aguanta el tiempo. no es que las fotos no aguanten, sino que no me aguanten a mí. las tengo en cuarentena, aunque hay algunas de esta época que sí las he metido dentro del libro y que creo que me aguantarán, me parecen directas, más bestias…





eat me, 2010. copyright: luis de las alas


p. ¿qué hace buena una foto?
r.
que te transmita. el problema es que no sé si que transmita a los demás o que te transmita a ti mismo. a mí me importa que me transmita.

p. ¿y en qué se nota que transmite?
r.
para mí es una sensación, una complicidad que ha habido en un momento, una mirada… no tengo una regla, ojalá tuviera una regla... creo que mirar a la gente de frente. con sus virtudes y sus horrores, pero de frente.





david lynch, parís, 2008. copyright: luis de las alas



p. ¿para qué sirve la fotografía?
r.
a mí me sirve coma una experiencia personal y un modo de vida, a los demás no lo sé. creo que es un pequeño interruptor de la memoria. como un sabor o como un olor. de repente, ves una foto de unas vacaciones y te acuerdas de que ese día hacía bueno en la playa, aunque en la foto no se vea, que tenías una novia que no está en esa foto… se ha usado mucho como acto notarial, como documento, para decir: “víctor es así”, y, venga, la foto del dni. pero luego víctor tampoco es así; cambia según la luz, según el objetivo, según el perfil, según el día… creo que la fotografía funciona más como interruptor de la memoria que como acto notarial.

p. ¿cuánto importa la técnica?
R.
importa mucho, sí. yo lo digo en clase: “yo soy un fotógrafo muy poco técnico y me salto mucho la técnica, pero la técnica hay que sabérsela”. hay que sabérsela para luego saltársela. nacho vegas, que es un cantante que a mí me gusta mucho, tiene una estrofa de una canción que dice: “para ser un buen cantante hay que desafinar”. y estoy de acuerdo en que en la fotografía hay que desafinar, pero primero hay que ser un buen cantante, saber si estás afinado.

P. ¿y es difícil aprenderlo?
R.
no, cada vez es más fácil. la tecnología nos ha ayudado muchísimo a los fotógrafos. unos están muy en contra, otros muy a favor… yo estoy súper a favor. hoy se puede hacer una buena foto con un móvil, y eso es bueno para la fotografía. no sé si es bueno para el negocio de la fotografía, pero es bueno para la fotografía. con el digital la fotografía la puede hacer mucha más gente, y eso es muy bueno y muy bonito.




ojos verdes

hay ojos verdes que son la tempestad y ojos verdes que son la calma, ojos verdes que arañan y ojos verdes que acarician. hay mujeres de las que uno se despide con ganas de escribir un poema. a joan brossa le pasó con ella:

la    jota es la jota de junio
la   u es la u de urania
la ele es la ele de lila
la  i es la i de imán
la a es la a de aurora

y no me sacaréis de esta idea

ayer, domingo 24 de noviembre, entrevista en magazine con la actriz catalana julieta serrano, que está representando en madrid el malentendido de albert camus hasta el 15 de diciembre. por motivos de espacio, opté dejar fuera las respuestas en las que recordaba su infancia y otras en las que abordaba temas más políticos. las incluyo a continuación:



p. el pasado mes de julio le rindieron homenaje en el poble sec, en barcelona.
r. sí, han puesto una placa en la escalera donde viví. al principio me daba cierto pudor, pero sí que me siento muy del poble sec. es mi barrio, el lugar donde nací y, bueno, donde viví hasta que, con 24 años, miguel narros y josé luis alonso me trajeron a madrid. aún estuve siete años yendo y viniendo, creyendo que en madrid estaba de paso…


p. ¿cómo recuerda aquella infancia? ¿tuvo una infancia feliz?
r.
pues yo la recuerdo muy feliz hasta que estalló la guerra. hacia el final de la contienda mi padre fue movilizado y no recuerdo si ya entonces se fue enfermo o volvió enfermo, pero ya estuvo enfermo toda su vida y murió a los 60 años. mi madre nos cogió a sus dos hijos y se fue a valencia, a casa de mi tía isabel, con todos los primos, y yo viví parte de la guerra, casi un año y medio, allí. para mí la huerta era la libertad. cuando volví a barcelona sentí una especie de opresión, creció en mí una especie de miedo. los primeros tiempos fueron muy agrios. había miedo, mucho miedo y mucha represión. la palabra represión yo la recuerdo con mayúsculas.


p. ¿a qué se refiere con represión? ¿en su familia hubo detenciones o alguien fue paseado?
r.
estando en valencia sí recuerdo ir con algunas primas a ver a un tío mío que estaba preso en san miguel de los reyes. en mi casa no, mi padre continuó trabajando. era administrativo en las oficinas del carrilet, lo que hoy son los ferrocarriles de la generalitat. pero sí recuerdo una frase muy característica. a veces venía y decía: “dicen que va haber otra depuración…”. mis padres se ponían amarillos y a mi hermano y a mí no nos daban ninguna explicación. había esa especie de silencio, de secretismo. ese era el clima. pero no, a mi padre no llegaron a depurarlo.


p. ¿y todo eso ha configurado su visión del mundo hoy, sus ideas políticas?
r.
hombre, yo siempre he sido de izquierdas. no sé si se puede decir exactamente qué quiere decir eso de ser de izquierdas hoy, pero no, nunca he comulgado en absoluto con nada ni nadie de la derecha. cuando estábamos en valencia vimos a los nacionales entrar por la carretera de barcelona, con los moros, y recuerdo ver a mi madre llorando. supongo que veía que la vida que había imaginado para ella y para sus hijos se desvanecía y que solo a base de mucha tenacidad y de mucho esfuerzo y sacrificio íbamos a salir adelante. mi casa fue un hogar con deseos de ir a más, pero con un nivel cultural mediano. no había muchos libros, mis padres eran unos trabajadores. y yo creo haber heredado ese espíritu de mis padres de trabajo, de honestidad, de ser leal, de ser buena persona… quizá hubo una exigencia moral, un sentido del trabajo una exigencia de perfección a veces demasiado rigurosa por parte de mis padres, y, de alguna manera, eso sé que lo tengo.
 


p. ¿le hubiese gustado nacer en otro sitio, en otro país?
r.
no. me hubiera gustado haber viajado más, pero estoy contenta de haber nacido donde he nacido. me sabe mal esa actitud que denunció machado: “españa desprecia cuanto ignora”, y lo estamos viendo en estos momentos en los que la cultura está en el tacho de la basura, como tantas otras cosas. me da pena porque me parece que es un país maravilloso, que hay una gente estupenda, pero hay una actitud retrógrada. una parte de españa está en contra de la evolución, del crecimiento de la cultura.


p. ¿sí? ¿cree que aún existe esa brecha?
r.
esa brecha existe.


p. ¿igual que en 1936?
r.
igual, yo creo, desgraciadamente.


por problemas de espacio también hubo que editar el hermoso fotomontaje que hizo sergio enríquez-nistal con la actriz en el patio de su casa. así era originalmente. el libro que sostiene, por si a alguien interesa, es dos historias nada decentes, de alan bennet.