viernes, 12 de junio de 2020

lita cabellut a solas con las pinturas negras de goya

supongo que el martes 13 de junio de 2017 fue un día como el siguiente, pero no para mí. lita cabellut inauguraba al otoño siguiente testimonio, su expo en el malogrado mac de a coruña, y había venido desde la haya, donde vive y tiene su estudio, para ver aspectos del montaje con carmen fernández rivera. a su paso por madrid thomas canet y yo pudimos fotografiarla y entrevistarla para fuera de serie en el museo del prado gracias a las artes de ese ángel que se llama charo lapausa. 

visitar el prado fuera del horario de apertura es una experiencia bastante impresionante. frente a lo que se podría pensar, hay mucha actividad a esas horas, personal de limpieza, vigilancia, mantenimiento en un zumbido laborioso, sordo, preciso, eficaz, por oposición al tránsito pesado, cansado y admirado de los visitantes. en cierto modo, el museo se relaja, se despoja de su solemnidad y respira un poco.

el acuerdo era retratarla ante las tres gracias de rubens, un cuadro al que ella siempre ha dicho deber mucho, su primer encuentro con la belleza y la alegría de vivir, y marcharnos. pero al concluir la sesión ella misma pidió bajar a la sala de las pinturas negras de goya. ver esos 14 cuadros en compañía de una artista que tiene en goya más que un maestro, que respira su mismo aliento, fue un privilegio.

la grabación que conservo es muy deficiente. cabellut habló bajito, quizá nos pusimos todos un poco demasiado reverenciales. sus comentarios, nada académicos, tenían algo febril y apasionado. a veces pareciera que estaba sola. era una mirada sin filtro, en ocasiones algo obvia, pero mucho más a menudo incisiva, personal, reveladora y muy contemporánea. en la actual reordenación del museo obligada por las circunstancias que impone la covid-19 solo se pueden ver dos de esas pinturas negras, saturno y el perro semihundido, pero en la web del museo del prado se pueden ver todas con un asombroso nivel de detalle. aunque ella pasó por todos los cuadros, por desgracia, hoy solo he podido rescatar estas líneas. aun así, creo que son valiosas y merece la pena compartirlas tres años después. 

duelo a garrotazos. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 125 x 261 cm.


“mira a estos, ni para atrás ni para adelante. no pueden salir corriendo, están los dos en la misma situación y aun así se están dando a garrotazos. lo que está haciendo goya en esta pintura es enseñarnos que la ignorancia es brutal, es ciega, que cuando te atrapa ni siquiera tienes conciencia de tu propio estado. es impresionante”. “tú te has visto a garrotazos alguna vez”, se me oye preguntarle torpemente, quizá aún pensando en la entrevista, en el titular, un poco ignorante como los dos personajes del cuadro. “y tanto que me he visto a garrotazos, todos nos pasamos la vida dando garrotazos”, contesta. “pero vas aprendiendo. es lo que hay tan de bueno en la formación; yo he tenido la enorme suerte en la vida de encontrar personas que me han dicho que a garrotazos no se va a ningún sitio, gente que me ha dicho: ‘aprende, lee, léete este libro, fíjate en esta cosa, en esta película…’. y poco a poco te vas formando, te das cuenta de que los garrotazos, esto es absurdo. y, sin embargo, es lo que estamos viviendo hoy en el mundo, puro garrotazo. estamos haciendo esto. y luego está toda la parte plástica, pictórica. cuánta majestuosidad y cuánto de abstracto y de impresionista tiene. fíjate ahí, al final; estamos viendo un pueblo, ¿lo ves? y son tres manchas. es el virtuosismo y la conciencia”.

dos viejos. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 142,5 x 65,6 cm.



“una barba. estamos acostumbrados a ver la sabiduría en una barba. y, en cambio, qué infectado está con las tentaciones del mundo, los políticos… ¿no es actual esto? lo más maravilloso de goya es que no hablaba de su momento, sino del ser humano, del estado del ser humano mucho más allá del momento histórico que vivió y en el que fue testigo de tantas y tantas catástrofes. seguimos en el mismo sitio. somos tan brutos los humanos… nos crecemos. damos pasos muy cortitos, muy cortos”.

el aquelarre o el gran cabrón. 1820-1823. óleo sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 140,5 x 435,7 cm.


“aquí tenemos a los inocentes ignorantes que se convierten en monstruos. porque los inocentes, si los alimentas de ignorancia, pierden todo rastro y todo rostro de humanidad, se convierten en monstruos”.

el santo oficio. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 127 x 266 cm. 


“aquí está fellini. estamos viendo esto y vemos fellini, ingmar bergman. el silencio de los personajes, el aislamiento, ese lamento. la tierra que hay entre lo que es verdad y lo que es ilusión. cuando la realidad es insoportable hay un desprendimiento de la conciencia y de la situación física, una especie de desconexión, que está estudiada por la psicología, entre el alma y el cuerpo. y goya lo está haciendo con los colores. él anticipa eso que hoy ha acreditado el conocimiento científico y a lo que damos un nombre. fíjate, podría ser una foto de robert capa en la guerra civil, pero también un cuadro surrealista. el cielo está tan lejos, es algo tan brillante… y esto, por oposición, es tan sucio, tan espeso… es tierra”.

saturno. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 143,5 x 81,4 cm.


“este me ha impactado mucho siempre, muchísimo. este guardar la vida a costa de cualquier cosa. ¿qué quiere esconder? para sobrevivir el ser humano siempre está devorando, devorando, devorando. teme tanto a la muerte que se come lo que sea, se agarra a todo. ¿qué se está comiendo? tal vez una mujer que puede ser su madre, la belleza, no sé lo que puede ser".

dos viejos comiendo. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 49,3 x 83,4 cm.


“este también es muy impresionante, uno de los cuadros más impresionantes, maravilloso. mira qué paciente está la muerte. y ella, o él, porque está en ese estado en que ya no es hombre ni mujer, está con su cuchara, su dedo, su sonrisa, su locura… es impresionante. yo aquí veo a un goya que, por lo menos, ha encontrado paz. su personaje está loco, pero ha encontrado paz, no siente angustia. mira la muerte qué plácida. casi parece un niño con su madre haciendo los deberes encima de la mesa. es impresionante. este cuadro no tiene nada de grotesco. la muerte está presente, pero qué plácida, más plácida que el personaje mismo”.

la romería de san isidro. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo. 138,5 x 436 cm. 


“este personaje a la derecha ya no puede más, hasta el aliento le pesa. sobrevive en el delirio, en el delirio absoluto, ¿no? y este otro en primer término canta para sobrevivir, lucha por unas palabras definitivas que se han desperdigado. lo han perdido todo, hasta el nombre, los apellidos. que es lo que está pasando hoy en día [la crisis de los refugiados sirios había estallado dos años antes pero seguía siendo una herida abierta]. la gente lo ha perdido todo. no es que hayan perdido su vida, es que han perdido todo, su identidad, su existencia no tiene un nombre ya, no tienen pasado, no tienen futuro. ¿dónde están? muy impactante.

asmodea. 1820-1823. técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 127 x 263 cm.


“es impresionante. están disparando, pero, ¿a quién están disparando, a qué están disparando? a los que vuelan, a los que están ilusionados, a los que se van con el viento, a los que no quieren ser parte de una locura colectiva. es impresionante: una mujer y un hombre que parece que han decidido salir de esa situación, abstraerse, volar, y están los disparos impresionantes. tenemos que ir muy alto, muy alto, hasta un lugar inaccesible. fíjate, ahí hay una aldea, un pueblo. esta pintura está hablando de los sueños de la gente, de que tenemos que volar, perseguir sueños, iniciar proyectos. necesitamos ilusión, proyectos, sueños”.



un par de años después lita cabellut tuvo oportunidad de exponer en el museo goya de zaragoza. la muestra llevaba por título la victoria del silencio y en las obras que allí llevó la artista, también aragonesa, como goya, ella nacida en sariñena, en la provincia de huesca, se podían leer muchas de las ideas que expresó aquella inspirada tarde en el prado. no sé si se puede hablar de dos goyas, el de las majas y el de las pinturas negras, el de la celebración de la vida y el de la lucidez de la muerte, pero esas dos fuerzas, esas dos asas de una misma ánfora, tensaban el hilo, cada una desde un lado, de aquel silencio victorioso. fue una lástima que, aunque coincidieran bajo el mismo cobijo durante unos meses, no se pudieran confrontar directamente en la misma sala cuadros de goya y de lita cabellut, una ocasión perdida. quién sabe, a lo mejor algún día el momento llega. lita aún es joven, de unos años a esta parte su pintura atraviesa un periodo de madurez fecunda y osada y nunca ha expuesto en madrid...  
       

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